jueves, 8 de octubre de 2009

¿SABES POR QUÉ TE ENFERMAS?

LAS RADIACIONES TERRESTRES

CÁNCER - LEUCEMIA - ESCLEROSIS - ALZHEIMER - EMBARAZOS CON DIFICULTADES - SÍNDROME DE DOWN - INSOMNIO Y CIENTOS DE ENFERMEDADES


De la ubicación de tu cama, las radiaciones terrestres que afecten ese lugar y que, por ende, recibe tu organismo, dependerá que seas una persona completamente sana o que enfermes y, en este último caso, la gravedad de tu enfermedad también dependerá del tipo y de la intensidad de dichas radiaciones.
"No duermas en el mismo lugar en el que hubiera dormido otra persona que padeció una enfermedad grave, a menos que coloque una protección contra radiaciones terrestres que las neutralicen"
¿QUÉ SON LAS RADIACIONES TERRESTRES?
Las Radiaciones Terrestres son líneas de fuerza del campo terrestre que recorren toda la superficie de nuestro planeta a la manera de un sistema nervioso y son invisibles a simple vista. Existen radiaciones terrestres que, con fines aclaratorios, se pueden clasificar en tres grupos.
En el primero de ellos se puede abarcar a las radiaciones terrestres en general denominadas "Red de Hartman" debido a que fue como resultado de las determinaciones sistemáticas y exactas desarrolladas por el médico alemán Ernest Hartman y su equipo de colaboradores en los años 50 que se descubrió la existencia de una verdadera "red" de radiaciones terrestres.
Estas líneas de radiaciones terrestres tienen un ancho aproximado de 30 cm. y se proyectan de norte a sur cada 1,60 mts., de este a oeste, cada 1,90 mts y, verticalmente, hasta la estratosfera. En el segundo grupo, se puede incluir las radiaciones terrestres denominadas "Red de Radiación diagonal" o "Red Curry" ya que, continuando con las investigaciones iniciadas por el Dr. Hartman, otro médico alemán, Manfred Curry, descubrió la existencia de franjas de radiaciones de 15 cm. de ancho orientadas en diagonal con los puntos cardinales, y con una distancia aproximada de 0.85 cm. entre sí.
En tercer lugar, no podemos dejar de lado las vetas de agua o ríos subterráneos, que son cursos de agua que recorren el interior de la Tierra pero cuya ubicación no ha podido sistematizarse hasta el momento y que también producen radiaciones nocivas. En pocas palabras, la Tierra se encuentra recorrida íntegramente tanto por líneas de radiaciones Hartman, por líneas de radiaciones Curry, como así también por vetas de agua, que a su vez se cruzan unas con otras, formando precisamente "cruces" de líneas y de líneas con vetas de agua. Por ejemplo, si una línea de radiación se cruza con otra línea de radiación, se forma un cruce Hartman.
¿POR QUÉ NOS ENFERMAMOS? A diario, se observa que una gran cantidad de pacientes no responden a los diversos tratamientos prescriptos por los médicos, a pesar de los numerosos estudios de diferente complejidad a los que se los somete. La variedad sintomatología con la que se presentan varía: en el plano físico, se observan afecciones neurológicas y cardíacas, tumores, reumatismos, úlceras, desregulación de las funciones orgánicas (digestivas, urinarias, etc.), embarazos con dificultades,
jaquecas, cansancio, desgano, desvitalización; en el plano emocional, por otra parte, se observa ansiedad, depresiones, temores infundados, cambios de humor, intranquilidad, y muchas otras enfermedades más. Sin embargo, no importa la cantidad ni la complejidad de tratamientos médicos a los que se sometan. Mientras continúen durmiendo o pasando extensos períodos de tiempo (por ejemplo, en el lugar de trabajo) sobre radiaciones terrestres de cualquier tipo, no se logrará eliminar esos síntomas y continuarán enfermos. En pocas palabras, pasar gran cantidad de horas, día a día acostado, sobre radiaciones terrestres, ya sea durmiendo o trabajando, produce una gran cantidad de enfermedades. Esto se debe a que las radiaciones despolarizan las células del organismo interfiriendo en su funcionamiento, eliminan el magnetismo necesario para que se mantengan sanas y, en consecuencia, se enferman. A su vez, el tipo de enfermedad o patología que se manifieste dependerá de la parte del cuerpo que reciba las radiaciones terrestres, y su gravedad aumentará con la intensidad de las radiaciones, es decir, con la exposición a cruces de radiaciones, en los cuales las radiaciones son aún más potentes.
EL CÁNCER Y LAS RADIACIONES TERRESTRES
Lo expuesto se aplica a todas las enfermedades. Según lo expresó el Dr. Hartman, en 30 años de práctica, nunca encontró un paciente con cáncer o seriamente enfermo (a excepción de afecciones causadas por bacterias o virus infecciosos) que no hubiera dormido o permanecido durante largos períodos sobre radiaciones terrestres, lo cual se condice con la considerable investigación llevada a cabo en Alemania en los últimos 50 años: es improbable desarrollar cáncer a menos que se haya dormido o permanecido durante largos períodos sobre radiaciones terrestres. El Dr. F. S. Andersen, a cargo de una clínica especializada en cáncer, contrató un radiestesista para registrar los hogares de sus 300 pacientes con cáncer. Los resultados lo sorprendieron: todos tales pacientes, sin excepción, habían dormido, durante un mayor o menor tiempo, sobre fuertes radiaciones terrestres. El cambio de lugar de las camas de dichos pacientes se tradujo en una notable mejoría en el 100% de los casos.
LOS NIÑOS Y LAS RADIACIONES TERRESTRES
Las radiaciones terrestres afectan al hombre, sin discriminación de edad. En el caso de los niños, se observa muerte súbita, intranquilidad en el sueño, problemas de conducta, incontinencia en la cama, además de los síntomas y las enfermedades que se presentan en los adultos. Respecto de la muerte súbita, que día a día mata a gran cantidad de niños aparentemente saludables, por lo general, menores de un año, según Rolf Gordon, de la Dulwich Health Society de Gran Bretaña, es consecuencia de la exposición a radiaciones terrestres que debilitan y, eventualmente, en dos, tres o tal vez cuatro meses, desconectan las señales del centro respiratorio del cerebro del niño, que deben ser transmitidas en forma continua a los pulmones para que respire. Asimismo, cabe tener en cuenta que la mayoría de las muertes súbitas ocurre durante la noche, momento en el que ha quedado demostrado que aumenta la intensidad de las radiaciones terrestre. Con frecuencia, los padres encuentran a sus hijos durmiendo sobre un costado o un extremo de la cama. Esto es así debido a que los niños tratan de escapar al efecto nocivo de las radiaciones terrestres, para el cual tienen, sin saberlo, una sensibilidad particular. Del mismo modo, se advierte que muchos niños tienen el sueño interrumpido o, de más grandes, continúan orinándose de noche en la cama. En estos casos, la solución está al alcance de todos: colocar la cama en un lugar libre de radiaciones terrestres. Kathe Bachler, una maestra austriaca, llevó a cabo una investigación en la Escuela de Educación de Salzburgo sobre la influencia de las radiaciones terrestres en el aprendizaje y en la conducta de los niños y demostró que en el 95% los niños que mostraban dificultades de aprendizaje estaban expuestos a fuertes radiaciones terrestres, ya fuera durante sus horas escolares por la ubicación del pupitre o durante las noches por la ubicación de sus camas o, lo que aún es peor, en ambos lugares.
¿COMO DETECTAR LAS RADIACIONES TERRESTRES? Las culturas antiguas, desde los chinos hace más de 4000 años, hasta los Incas conocían la existencia de las radiaciones terrestres y jamás construían sus viviendas ni sus lugares de culto sobre ellas. Por aquel entonces, ya determinaban las radiaciones gracias a la habilidad que desarrollaban para "sentir" las radiaciones o, en su defecto, mediante el uso de horquetas de madera. Ya en el siglo XX, el Dr. Hartman recurrió a toda clase de métodos para realizar sus investigaciones pero, en la actualidad, no caben dudas de que el cerebro humano es el instrumento más perfecto y sensible para percibir estas radiaciones. De ahí la importancia que reviste la RADIESTESIA, es decir, la facultad para percibir las radiaciones electromagnéticas, sobre todo, para la salud pero así también como auxiliar de la medicina, la geobiológica, la arquitectura y tantas otras disciplinas, ya que permite determinar la ubicación de tales radiaciones del mismo modo que de agua, petróleo y objetos perdidos. Cabe destacar que muchas empresas constructoras alemanas garantizan que en los proyectos que comercializan las radiaciones terrestres son evitadas dado que cuentan con especialistas en la materia. Asimismo, en Austria, no se concede permiso de construcción a menos que conjuntamente con el plano de obra se presente el plano que indique la ubicación de las radiaciones terrestres y que el proyecto fue concebido en función de ellas. Las radiaciones terrestres se pueden determinar en la Tierra, como vimos hasta ahora, pero también directamente en la persona debido a que el organismo refleja las radiaciones terrestres a las que está expuesto y, en ambos casos, como instrumento indicador pueden usarse tanto las varillas como el péndulo.
BIOENERGIA, ENERGIAS CONTAMINANTES Y RADIESTESIA
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